LOS MUERTOS DE CRISTO
Por Quién Doblan las Campanas
Doblan las campanas
en el viejo torreón,
cantan a la muerte
notas de traición.
En la cárcel de Utrera
la luna está encerrada,
y un pueblo en silencio
no para de llorar.
El sol está escondido
huyendo del terror,
que a su paso va dejando
la maldita reacción.
Ahí llevan a la Luna,
la van a fusilar,
su cabeza rapada
como mofa popular.
El clero satisfecho
da su bendición,
y en los Salesianos
se canta Cara al Sol.
Hoy ha caído la Luna,
mañana caerá el Sol,
lleva escrito en su frente,
como humillación.
Hoy ha caído la Luna,
mañana caerá el Sol,
lleva escrito en su frente,
hacia su ejecución.
Suena una ráfaga
en las calles de Utrera,
la Luna se apaga,
tiemblan las estrellas.
Rompiendo el silencio,
los gritos del Sol,
que a palos lo torturan
como a su amor.
Los años han pasado
y sólo os quiero recordar,
que los perros son los mismos,
sólo ha cambiado el collar.
Echando tierra por medio,
ocultando su identidad,
hoy veo a esos bastardos
hablar de libertad.
Carmen se llama la Luna,
Peña se llama el Sol,
y de su sangre derramada
nació una bella flor.
La flor se llama Esperanza
y rojo es su color,
regada con las lágrimas
de todo un pueblo y su dolor.
Que doblen las campanas,
que doblen con ardor,
que cuenten la historia
que bajo tierra se enterró.
Que doblen las campanas
en cada viejo torreón,
recuperando del olvido
a cada Luna y cada Sol.
Hoy ha caído la Luna,
mañana caerá el Sol,
le escribieron los asesinos,
para su ejecución.
Hoy ha caído la Luna,
mañana caerá el Sol,
pero su lucha hoy la seguimos,
por un mundo mejor.
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